martes, abril 28

UN DIA DE PESCA...

Hola queridos visitantes quiero compartir con todos ustedes , fotografias de un dia de pesca , a mi gran amigo RAUL ROA agradecerle por facilitarme el material .
un cariño enorme sandra





jueves, abril 23



El Camalote

Vocabulario
IVOPÉ: Algarrobo
ATÍ: Gaviota
OGA: Casa
TEMBIRECÓ: Esposa
CURAPEPÉ: Zapallo
MANDI-Ó: Mandioca
YUCHÁN: Palo Borracho
MANDUVÍ: Pino
ÑARÓ: Bravo
CHULULÚ: Chorlito
ÑANGAPIRÍ: Nombre de un árbol
GUAVIYÚ: Nombre de un árbol
CA-Í: Monito
AMANGÁ: Hongo
AGUARIBAY: Molle
GÜEMBÉ: Planta parásita salvaje. La corteza de la raíz se usa para hacer cordeles.
AÑÁ: El demonio

Leyenda Guaraní

Ivopé, el hijo del cacique Curivai, y Atí, se casaban. Contaba ya el pretendiente con el consentimiento del padre de ella y debía cumplir, antes de realizar su propósito, la condición exigida por el cacique, siguiendo una costumbre de la raza: levantar su cabaña y tener su parcela de tierra para cultivar, a fin de poder subvenir a las necesidades de la nueva familia.
Por eso Ivopé se hallaba en plena tarea. Había cortado gruesas ramas destinadas al armazón de la vivienda y las había clavado en el suelo, en los cuatro vértices que corresponderían a un rectángulo.
Muchos troncos se amontonaban a su lado. Con ellos construiría las paredes de la cabaña, una de las cuales ya había comenzado a levantar, colocando los troncos uno al lado del otro, verticalmente. Luego los aseguraría con cañas transversales, atadas con fibras de güembé.
Una vez cumplida esta parte de la construcción, revestiría las paredes de barro, y para el techo debía hacer un armazón a dos aguas que sería recubierto con hojas de palma y paja.
después debía pensar en el fogón, que instalaría cerca de la puerta. Allí también pondría un mortero de madera para pisar el maíz.
Atí tejía una hamaca de algodón que colgarían en el interior de la cabaña.
Lechos formados por fuerte armazón de ramas, cubiertos con hojas de palmeras pensaba construir Ivopé una vez que terminara la vivienda.
Más de una luna le llevaría esta tarea; pero la realizaba con placer pues ésa sería su oga desde que se casara. Ese sería el hogar de su tembirecó y el de sus hijos.
La canoa, construída con el tronco de un yuchán cortado transversalmente y excavado luego, estaba en la playa, junto a las aguas del río.
A la distancia se veían varios hombres y mujeres trabajando en el campo. Unos labraban la tierra con palas de madera; otros recogían curapepé o mandi-ó.
Bajo un gran jacarandá florecido, cuyas flores de color añil, al caer, pintaban lahierba con manchas de cielo, una indiecita, sentada en el suelo, enhebraba las campanitas violadas en una delgada fibra de yuchán, y hacía collares con que adornaba su cuello y pulseras que envolvía en sus brazos.
A su lado, un indiecito de ocho años más o menos, manejaba el arco con la habilidad de un experto cazador, característica que distinguía a todos los niños de la tribu.
Bien es cierto que se trataba de un arco diferente al usado por los adultos, construido con madera más flexible y más elástica.
Era también más encorvado y de menor tamaño, unido de un extremo a otro por dos cuerdas paralelas, mantenidas a la distancia por dos palitos terminados en horquilla. Casi en el medio de las dos cuerdas, llevaba sujeta una pequeña red donde colocaban el bodoque.
Este bodoque consistía en una bola de arcilla del tamaño de una nuez, cocida al fuego. En una bolsa que tenía a su lado, había gran cantidad de esos proyectiles.
Tenían los niños guaraníes una destreza especial para utilizar esta arma. Tomaban el arco con la mano derecha, mientras con la izquierda colocaban cuatro o cinco bodoques en la red. Tendían el arco y lanzaban los proyectiles contra los pájaros que deseaban cazar y que caían en pleno vuelo, alcanzados por una lluvia de balas.
Pasó el tiempo. Ivopé y Atí tenían un niño de seis años al que llamaban Chululú.
Chululú gozaba de la predilección del cacique, su abuelo. Él le había enseñado a nadar, a manejar el arco, a dirigir una canoa, y era muy común verlos juntos en la costa, pescando con anzuelos de madera o con flechas.
Un día que la tribu se hallaba entregada a sus tareas diarias de labrar la tierra, recoger manduví, miel silvestre o judías, de hilar algodón o de tejer mantas de este material en telares rudimentarios, fueron sorprendidos por la llegada de Ñaró, que venía jadeante en busca del cacique.
Su excitación era mucha, pero el hábito de hablar con voz suave, rasgo preponderante de toda la raza y en general de los aborígenes, no le permitía gritar. Cuando estuvo al lado del jefe indígena, le informó:
-Estaba pescando en el extremo de tierra que entra en el río, cuando distinguí a lo lejos unas manchas oscuras que se acercaban. Al tenerlas un poco más cerca, he visto que son tres embarcaciones de hombres blancos...
-¿Cómo sabes que son embarcaciones de hombres blancos, si jamás han llegado hasta aquí?- preguntó el cacique dudando.
-Yo las conozco- respondió seguro Ñaró. -Yo estuve allá (señalando el sur) con los charrúas... Yo vi a los blancos apoderarse de la tierra de los charrúas...
Los que se habían acercado, al notar que sucedía algo insólito, se miraron entre sí.
Se reunieron de inmediato los principales jefes de familia y decidieron prepararse para atacar a los extranjeros que llegaban, como lo habían hecho con otras tribus, a sojuzgarlos y a apoderarse de sus tierras.
El cacique, como jefe, dio las órdenes. Los hombres dejaron sus útiles de labranza y corrieron en busca de las armas. Las mujeres y los niños se dirigieron al bosque donde estarían más seguros.
Pocos instantes después todo signo de movimiento había desaparecido del lugar. Se hubiera, dicho que era una aldea abandonada.
Cerca de la costa, detrás de los árboles y de los macizos de plantas que crecían exuberantes en esa zona tropical, se ocultaban los. guaraníes, bien armados, el oído alerta y la vista aguda en dirección al lugar donde uno e ellos, que hacía de vigía, daría el aviso del desembarco de los extranjeros.
El sol del mediodía caía a pique cuando anclaron las naves españolas. Un poco después descendían de ellas los marinos que las habían conducido.
Los indígenas miraban azorados, sin dejarse ver. Los extraños vestidos y el aspecto de los extranjeros los asombraron. El calzón corto, el jubón ajustado, la coraza y el casco refulgentes, las largas barbas, muchas de ellas de color claro, fueron motivos de inacabables y asombrosos descubrimientos.
Los españoles marchaban con cautela. Uno de ellos, al frente, observaba con atención, temiendo una desagradable sorpresa. Gente avezada y acostumbrada a estas lides, sabían a qué atenerse con respecto a los naturales. Nunca sobraban las precauciones y aunque el lugar se hallaba aparentemente deshabitado, los toldos, a lo lejos, hacían suponer lo contrario.
Cualquier ruido en la espesura, el que hacía un pájaro al levantar el vuelo, o una alimaña al arrastrarse por la hierba seca, eran motivos de prevención, temiendo, como temían, caer en una emboscada.
No era la primera vez que tenían que vérselas con los indígenas y conocían muy bien su manera de proceder.
Una flecha silbó en sus oídos. El ataque comenzaba.
Se pusieron en guardia. Prepararon sus arcabuces, tomaron puntería y dispararon sus armas parapetándose en las matas tupidas o en los troncos corpulentos que allí abundaban.
Los que habían quedado a bordo esperando este momento, se alistaron para prestar su ayuda, disponiendo los cañones a fin de hacerlos entrar en acción si la necesidad así lo requería.
Los aborígenes, aterrados ante las explosiones de las armas españolas que vomitaban fuego y proyectiles, abandonaron la lucha tratando de huir, convencidos de que, únicamente enviados de Añá, podían lanzar fuego en la forma que lo hacían los invasores.
A esto se habían agregado los cañones de las embarcaciones cuyo estampido logró aterrar a los naturales y cuyas balas, al dar muerte a varios indios, fueron razón más que eficaz para convencer a los indígenas de la superioridad extranjera, a la que no tenían más remedio que someterse.
Pronto terminó lucha tan desigual. Los expedicionarios, al mando del Capitán don Álvaro García de Zúñiga redujeron con facilidad a la población que, con el cacique, quedó a las órdenes de los jefes españoles.

La paz y la tranquilidad volvieron a reinar en la población levantada a orillas del Paraná.

Los blancos construyeron sus viviendas con troncos de árboles dotándolas en lo posible de algunas comodidades a que estaban acostumbrados.

De las embarcaciones bajaron muebles y utensilios traídos al efecto y en un tiempo relativamente corto, se instalaron en las nuevas viviendas.

Muchos de los tripulantes habían llegado con sus mujeres y sus hijos, pues la expedición traía, como principal objeto, colonizar estas tierras en nombre de los Reyes de España.

El Capitán García Zúñiga traía consigo a su. única hija, María del Pilar.

La niña, que había perdido a su madre siendo muy pequeña, y que contaba entonces quince años, acompañaba en las expediciones a su padre, cuando las circunstancias lo permitían.

Rubia, de grandes ojos azules y de piel blanca como los pétalos de los jazmines, ,la niña ofrecía un vivo contraste con las jóvenes indias de piel cobriza, rasgados ojos negros y cabello lacio y renegrido.

Alegre, dulce, y sencilla, unía a su carácter afable una inclinación natural para hacer el bien a todo el que lo necesitare, sin tener en cuenta tiempo ni circunstancias.

Quería mucho a los niños y en la población indígena llegó a ser la inseparable compañera de los indiecitos, a los que enseñaba su lengua, les refería cuentos fantásticos valiéndose de gestos y de palabras sencillas, y los instruía sobre las más elementales costumbres higiénicas, haciendo para ellos vestidos apropiados y regalándoles objetos útiles que causaban la admiración de los pequeños.

Con frecuencia se la veía rodeada de su corte infantil dando paseos por el bosque, donde recogían frutos sabrosos de ñangapirí y de guaviyú que colocaban en cestos tejidos por ellos mismos con fibras de yuchán, o llenaban cántaros de barro con miel silvestre, que los mayores conseguían trepando a los árboles con agilidad y destreza.

Otras veces los paseos eran a la playa. Siendo los guaraníes un pueblo de eximios nadadores, desde pequeños se lanzaban al agua con la mayor naturalidad recorriendo largas distancias sin grandes esfuerzos.

No era raro ver a María del Pilar bajo la sombra de algún árbol corpulento, sentada en la hierba, acompañada por los pequeños indígenas que, ubicados en rueda, escuchaban su voz dulce y su palabra cada día más familiar. Repetían vocablos nuevos y aprendían a conocer a Dios y a los Santos.

Los indiecitos la adoraban y demostraban su cariño ofreciéndoles los más simples y originales presentes: una florecilla perfumada, un pajarito de vistoso plumaje, un caracol, un fruto sabroso y hasta un diminuto caí que le regalara Amangá, ya mayorcito, conseguido por él mismo en la selva, durante una excursión que hiciera con su padre.

Estás ofrendas espontáneas, que eran el orgullo de María del Pilar, enternecían a la jovencita, que las retribuía con una caricia acompañada con amables palabras de agradecimiento.

Conocía la niña, por haberlo necesitado muchas veces en su largo peregrinar con su padre, el uso de muchas medicinas, por lo que no era raro verla acudir al lado de los enfermos, a los que trataba de aliviar en sus dolores.

Su padre la admiraba sintiéndose orgulloso de tener una hija así, tan bondadosa y adornada con las mejores virtudes que le resultaba la más eficaz colaboradora en la empresa que tenía entre manos.

Le recordaba a su esposa muerta, de quien María del Pilar había heredado tan bellas prendas.

Hacía más de un año que los españoles llegaran a la aldea indígena estableciéndose en ella.

El verano era sofocante. Los días hermosos, bajo un sol de fuego, eran especiales para estar v en el agua, y los niños no desperdiciaban oportunidad de hacerlo.

Entonces la playa se poblaba de gritos y de algazara. María del Pilar festejaba las travesuras de sus amiguitos y unía su alegría a la de ellos.

Ese día un sol abrasador calcinaba la tierra. Las aguas del río, transparentes y calmas, reflejaban el celeste maravilloso del cielo y la exuberante vegetación de las orillas, como un gran espejo puesto por la naturaleza para reproducir tanta belleza.

De vez en cuando, un pajarillo, al rozar con sus alas las aguas quietas, imprimía a es as aguas un movimiento que se traducía en ondas concéntricas cada vez de mayor tamaño que terminaban por perderse, devolviendo al río su estática quietud.

. Nunca mejor oportunidad para darse un chapuzón y gozar de la frescura de las aguas que ese día sofocante.

Así lo pensó también un grupo de niños que llegó dispuesto a arrojarse al río.

No lejos de ese lugar, cobijada de los fuertes rayos del sol por el tupido follaje de un corpulento aguaribay, María del Pilar, que se entretenía cosiendo, los vio llegar.

Como que provenían de una raza de excelentes nadadores, los pequeños se movían en el agua como los mismos peces: zambullían, chapoteaban, hacían mil piruetas que provocaban la risa de la bella española, siempre dispuesta a festejar las ocurrencias de sus amiguitos.

Estaba entre ellos y era uno de los más audaces, Chululú, el nieto del cacique Curivai, que contaba siete años.

A pesar de su corta edad, Chululú ya había dado pruebas de ser un habilísimo nadador. Para él no había profundidades ni distancias. Por eso era él quien se alejaba más de la costa y el que mejor conocía los secretos del río.

Ese día, como siempre, con brazadas seguras y movimientos precisos de su cuerpo ágil, Chululú se separó de sus compañeros nadando hacia el centro del río.

La calma era total. El Paraná, tranquilo, se dejaba invadir por el grupo de niños proporcionándoles momentos de esparcimiento. De pronto el aire trajo el pedido angustioso de:

-¡ Socorro! , ¡Por favor ! ¡ Me ahogo . . . ! ¡ Socorro...!

Era Chululú que se debatía en las aguas al tiempo que repetía sin cesar :

-¡ Socorro . . . ! ¡ Me ahogo!

Los niños, incapaces de prestar ayuda, gritaron también. María del Pilar los oyó. Nadie más que ella se encontraba por los alrededores. Nadie más que ella podía salvar al pequeño Chululú en peligro, y sin hesitar un segundo, se quitó la amplia falda, la bata y los botines que dificultarían sus movimientos y se lanzó al agua tratando de alcanzar cuanto antes el lugar donde se hallaba el pequeño nadador en apurado trance.

Ella también sabia nadar muy bien y no le seria difícil llegar. Pronto estuvo junto al niño. Trató de tomarlo por el cuello tal como su padre le había enseñado; pero no le fue posible. La ansiedad hizo presa de ella. Chululú perdía fuerzas y ya le resultaba casi imposible mantenerse a flote.

Desesperada, María del Pilar volvió a intentar acercarse al niño que parecía estar cada vez más lejos, y tomarlo pasando su brazo por debajo de su mentón, pero nuevamente comprendió que sus esfuerzos eran inútiles.

Los otros niños, mientras tanto, habían salido del agua. Algunos habían corrido hasta la aldea para avisar sobre lo que ocurría a Chululú. Los otros, miraban azorados desde la playa.

Varias mujeres aparecieron y una de ellas corrió avisar a los hombres que se hallaban en el bosque.

Entre ellos se encontraba el cacique que, enterado del peligro que corrían la valiente jovencita española y su nieto, corrió a la costa del río y se arrojó él también para salvar a los dos. Buen nadador como era, no le sería difícil llegar hasta ellos, aunque ahora se hallaban más alejados, como si la corriente los arrastrara hacia el centro del río.

María del Pilar y Chululú aparecían y desaparecían, por momentos a pesar de los esfuerzos que ambos hacían por mantenerse a flote.

Cuando la valiente española vio que el cacique, con brazadas seguras se acercaba, tomó confianza y con palabras cariñosas trató de infundirla al pequeño que se sentía morir. En ello estaba, cuando las aguas traicioneras, con movimiento envolvente, la atrajeron a su seno y la niña no volvió a reaparecer.

Cuando llegó el cacique al lugar donde su nieto se debatía desesperado, la niña había desaparecido por completo. Otros nadadores que se habían arrojado al agua, buscaron afanosos a Maria del Pilar; pero todo fue inútil. El río guardaba celoso la presa lograda después de una lucha tan tenaz.

La última visión que tuvieron de ella, fueron sus grandes ojos azules buscando desesperados el socorro que no terminaba de llegar. El cacique, que había conseguido rescatar a su nieto de las aguas traicioneras, lo tendió en la playa para que se recuperara. El pobre niño , con voz desfallecida, balbuceaba: ¡María del Pilar... ! ¡ María del Pilar...!

Pero su gran amiga, la amiga de todos los niños de la tribu, había desaparecido para siempre.

Una pena muy grande alcanzó a todos, poniendo en sus semblantes una expresión de infinita tristeza por la pérdida de la bondadosa y dulce María del Pilar. Tanto lamentaron los aborígenes su desaparición, tan intenso fue su dolor, que sin duda algún genio bondadoso se compadeció de ellos. Deseando que fuera eterna la presencia de la extranjera, que desde su llegada sólo había sembrado cariño y bondad, transformó su cuerpo muerto en una planta acuática que desde entonces se desliza por la superficie bruñida de las aguas del Paraná. Volvió a nacer, allí donde había perdido su vida humana, repartiéndose luego por los ríos y arroyos de nuestro país.

A esa planta que nosotros llamamos camalote, los guaraníes pusieron de nombre aguapé, y es un hermoso exponente de nuestra flora acuática.

Su mayor belleza reside en sus flores que surgen de entre el tupido follaje como racimos de estrellas celestes aliladas, como celestes eran los hermosos ojos buenos de María del Pilar.

Son esas flores las que simbolizan la singular belleza y la bondad sin límites de la niña española que con su dulzura infinita supo atraer a los aborígenes con mayor eficacia que la lograda con las espadas de los audaces conquistadores hispanos.

miércoles, abril 22

19 al 25 de abril – Semana de los Pueblos Originarios Americanos.





En Argentina hay 600.329 personas que se reconocen pertenecientes y/o descendientes de pueblos indígenas, según los datos de la Encuesta Complementaria de Pueblos Indígenas realizada por el INDEC en 2004-2005. Muchos de ellos conservan sus pautas culturales, algunos incluso han permanecido en las tierras que ocupaban sus ancestros y hay muchas más personas que cuentan entre sus antepasados a los pobladores originarios.
como olvidar A nuestros hermanos ABORIGENES .....
Wichis, pilagás y tobas han estado y están en Formosa. Casi noventa comunidades resumen toda una historia que aún no ha sido contada y que sigue esperando su tiempo cuantos podemos aprender de ellos , sus miradas resumen historias , sus manos la lucha , cuantos pueden enseñarnos y nos escuchamos , tan riqueza podriamos aprender de ellos , saben apreciar el canto de los pajaros , el sonido del viento en FORMOSA estan es hora de levantar la vista y aprender de ellos cuanta riqueza podriamos saber ????
Mientras tanto poco a poco y de acuerdo con la situación de cada comunidad y con sus relaciones con el blanco, el aborigen va transformándose e incorporando el otro mundo al suyo propio.
La voz y el trabajo del aborigen se hicieron sentir siempre.
Desde el cultivo en la chacra, el manejo de las redes de pesca, la dura jornada del aserradero y en la tarea silenciosa de los artesanos, ellos han colaborado siempre con su sistema tradicional de economía que indica que no han dejado de ser un pueblo cazador-recolector.
Los aborígenes no han perdido la voz de sus mayores pero ahora saben que el conocimiento es lo que da autoridad. Es probable que ya no invoquen a sus antiguos dioses para renovar sus fuerzas, pero no pueden dejar de pensar que en algún momento llegará Lasagué, el viento de agosto, que como siempre sacudirá las plantas y a los hombres avisándoles que se preparen para el nuevo tiempo de la primavera.
Cuando los códigos y el idioma son comunes la cultura se expande con más facilidad y rápidamente caracteriza a todo un pueblo, pero cuando no es así surgen los fracasos propios de la falta de entendimiento entre los hombres.
Atraves de mi blog quiero hacer llegar mis saludos especial a SAMUEL , mi querido amigo toba , gracias por enseñarme esos valores que a veces son olvidados , tambien a mis amigos de CAMPO DEL CIELO ....

un bso grande sandra

El mundo celebra el Día de la Tierra




Hoy se celebra en el mundo entero el Día de la Tierra, una jornada que pretende convertirse en una instancia de reflexión sobre el planeta y las consecuencias de la actividad humana en el medio ambiente. Que muchas veces las dejamos pasar y no le damos importancia a este DIA !!
La conmemoración comenzó en 1970 en Estados Unidos, promovida por el senador Gaylord Nelson para crear una agencia ambiental en ese país. La manifestación tuvo sus logros y desde entonces, agrupaciones de todo el mundo deciden dedicar al menos un día al año para pensar en los problemas de la Tierra.
Este año, la fecha es más que nunca una instancia de reflexión. Un informe reciente del Fondo Mundial para la Naturaleza reveló que el mundo consume un 30 por ciento más de los recursos que el planeta puede producir.
Por otra parte, Intermón Oxfan alertó que los desastres naturales directamente relacionados con el clima afectan cada año a unos 250 millones de personas, pero sin una adecuada gestión internacional, estos cambios medioambientales causarán 375 millones de víctimas en 2015.
QUE BELLO MOMENTO PARA RECORDAR A NUESTRA QUERIDA TIERRA , ENTRE TODOS DEBEMOS CUIDARLA Y PROTEGERLA !!!
la tierra tiene una magica transformacion con la cual le da paso a la evolucion del ser humano, para que asi el hombre aprenda a vivir y a relacionarse con los pocos o muchos q la rodean.
Bueno mis queridos amigos del blog espero que la informacion le haya gustado un día cuyo propósito es hacernos tomar conciencia de donde estamos y hacia donde vamos. Solo tenemos una casa y debemos cuidarla, confío en ustedes en hacer su parte en el arduo trabajo de cuidar nuestro mundo y nuestro futuro.

miércoles, abril 8

“ Muchas personas se pierden las pequeñas alegrías mientras aguardan la gran felicidad”

TRADICIONAL VIA CRUSIS FORMOSEÑO





Considerado el Vía Crucis más largo del mundo, comprende catorce cruces grandes plantadas a lo largo de la Ruta Nacional Nº 81, desde la Ciudad de Formosa hasta el límite con Salta.
Ideado por el Monseñor Raúl Marcelo Scozzina, primer Obispo de Formosa, se concreta el proyecto de levantar las catorce cruces en el año 1997. El Cronograma para este año estipula: Viernes 3 de Abril: 1º Cruz: Formosa 18:30 hs. (Procesión desde la Plaza San Martín hasta el Centro "Juan Pablo II"). Sábado 4 de Abril: 2º Cruz: San Hilario 08:15 hs.; 3º Cruz: Gran Guardia 09:10 hs.; 4º Cruz: Pirané 10:15 hs.; 5º Cruz: Palo Santo 11:30 hs.; 6º Cruz: Bartolomé de las Casas 15:30 hs.; 7º Cruz: Ibarreta 16:30 hs.; 8º Cruz: Pozo del Tigre 18:10 hs.; 9º Cruz: Las Lomitas 19:30 hs.
Domingo 5 de Abril: 10º Cruz: Juan G. Bazán 07:50 hs.; 11º Cruz: Laguna Yema 09:00 hs.; 12º Cruz: Los Chiriguanos 11:00 hs.; 13º Cruz: Ingeniero Juárez 18:30 hs.
Lunes 6 de Abril: 14º Cruz: Línea Barilari 08:00 hs.

"Vía Crucis Formoseño", desarrollados entre los días 14 y 17 de Marzo del año 2008. A lo largo de más de 500 km. sobre la Ruta Nacional N° 81, desde la ciudad de Formosa hasta el límite con la Provincia de Salta, acompañaron el recorrido de las catorce cruces.







Breve reseña del Vía Crucis


El Vía Crucis recorre 500 km. de largo y visita 14 cruces desde Formosa hasta el límite con la provincia de Salta, en recuerdo del dolor y la sangre de estos pueblos.

1° Cruz (Centro de Capacitación Juan Pablo II, Formosa Capital).
2° Cruz (Boedo).
3° Cruz (Gran Guardia).
4° Cruz (Pirané).
5° Cruz (Palo Santo).
6° Cruz (Bartolomé de Las Casas).
7° Cruz (Ibarreta).
8° Cruz (Pozo del Tigre).
9° Cruz (Las Lomitas).
10° Cruz (Juan Gregorio Bazán).
11° Cruz (Laguna Yema).
12° Cruz (Los Chiriguanos).
13° Cruz (Ingeniero Juárez).
14° Cruz (Límite con la provincia de Salta).

● Finalización del Vía Crucis.
● Misa y palabras de Monseñor Scozzina. ■


QUERIDOS AMIGOS DEL BLOG:

Desde Formosa les Saludos deseandoles Felices Pascuas !! para todos.


Recordar algunos aspectos de la Pascua Judía puede esclarecer la comprensión de la Pascua Cristiana. El pueblo hebreo celebra las Pascuas en conmemoración de la víspera del éxodo de la opresión egipcia en busca de la Tierra Prometida por Dios a Abraham. Para los cristianos, la Pascua es el paso de Cristo de la muerte a la vida y es la más importante de las fiestas cristianas. El domingo anterior a la Pascua Judía, Jesús llega a Jerusalén para celebrar esta fiesta con sus discípulos. Al llegar es recibido como Mesías pero, a la semana, es condenado a muerte y crucificado. Se consuman así la redención del pecado y la victoria sobre la muerte. En la Semana Santa se recuerda la entrada triunfal a Jerusalén, la Última Cena, la Crucifixión y la Resurrección de Cristo. Durante el Triduo Pascual (jueves, viernes y sábado) se realizan las celebraciones centrales de Semana Santa.


Jueves Santo
El Jueves Santo es una especie de "profecía" de la Pascua. En el Monte de los Olivos Jesús vive, concientemente y de manera anticipada, su Pasión y su Muerte. Este día se bendice el Santo Crisma, que se utilizará hasta el siguiente Jueves Santo. También se realiza la Misa de la Cena del Señor, en la que se recuerda la Última Cena que Jesús tuvo con sus amigos, los apóstoles. La Última Cena puede interpretarse como la instauración de la Misa.

Viernes Santo
Éste es un día de silencio, pues se recuerda la Crucifixión de Cristo y es, por eso, el único día del año en que no se realiza misa. En su lugar se hace una celebración en la que se recuerda la Pasión del Señor, se reza por la salvación de todo el mundo y se adora la cruz. Una de las tradiciones populares que ha tomado mucha fuerza en la celebración del Viernes Santo es la representación en vivo del Via Crucis.

Sábado Santo
El sábado por la noche se celebra la Solemne Vigilia Pascual o la Misa de Gloria. Es el punto final del Triduo Pascual. Cuando llega el momento de rezar la oración de Gloria se hacen repicar las campanas para anunciar a todo el mundo que Cristo resucitó. Según una antiquísima tradición los fieles cristianos encienden velas simbolizando la invitación de Cristo a su mesa.

Domingo de Pascua
El domingo es el día más importante del año litúrgico: se celebra la Resurrección de Cristo. La Resurrección es el fundamento de la fe en Jesús, ya que en ella se basa la esperanza de la salvación del mundo. La iglesia entera festeja el triunfo de Cristo sobre el pecado y es por ello que todas las iglesias se embellecen de flores y reúnen a toda la comunidad cristiana.

El misterio de la Encarnación se completa con el misterio de la Redención.
La conmemoración de tal acontecimiento otorga a los días de la Semana Santa el carácter de un tiempo sagrado.

Y dice Dios

Y dice Dios:
”El amor es sufrido”.
Lame sus propias heridas, sin ruido.
sin lastimar a otros.

Y también dice:
”Es benigno.”
Bondad, generosidad y altruismo,
del verdadero amor, son el sello.

Así es:
”El amor no tiene envidia.”
De espíritus mezquinos, es el envidiar.
Líbranos Dios, o ayúdanos a cambiar.

Dios dice:
”El amor no es jactancioso, no se envanece.”
No hace alarde de nada, es receptivo.
Aun en su grandeza, humilde se mantiene.

Dice:
“No hace nada indebido, no busca lo suyo.”
Hacer lo inmoral... ¿Que es inmoralidad?
Sino dañar a otros, solo buscando en la vida,
satisfacer los propios deseos egoístas.

Y agrega:
”No se irrita, no guarda rencor.”
La irritación es para el alma, como la pimienta
en la nariz, nos hace reaccionar violentamente.
Haciéndonos guardar rencor, odiando gente.

También dice:
”No se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad.”
La verdad y la justicia, no siempre son amigas.
Debemos elegir, en amor, la verdad.

¿Qué es verdad?, ¿Que es mentira?
Si tienes una conciencia solo por Dios dirigida,
allí estará la respuesta sobre verdad y mentira.

Y finalmente dice:
”El amor, todo lo sufre, todo lo cree,
todo lo espera, todo lo soporta.”

¡Llénanos Señor de esa clase de amor, el amor tuyo!
¡Gracias te damos, Dios Santo!

Aurelia Snaidero

Te envío esta oración y reflexión acerca de lo que implica el amor.
Para mi ha sido una bonita reflexión y espero que a ti también te pueda ayudar.
un BSO GRANDE A TODOS


SANDRA

130 Aniversario de Formosa......











Zona de convivencia de tres grupos indígenas diferenciados: Tobas, Pilagas y Wichis, lo que hoy conocemos como la provincia de Formosa estaba antes dividido en territorios aborígenes.
Fue hacia fines del Siglo XIX que el primer hombre blanco tomó contacto con los nativos asentados a la vera del río, se trataba de Natalio Roldán, dueño de la primera campaña a vapor del Bermejo, pero no se tardaría mucho más en conseguir la confianza de los aborígenes y su mano de obra en las empresas emprendidas por los colonizadores.
La ciudad de Formosa sería fundada en abril de 1879 por el Coronel Luis Jorge Fontana, y cinco años más tarde se erigiría en Gobernación Nacional, bajo el mandato de Ignacio Fotheringham. Según relata la leyenda, el nombre de la provincia y su capital provendría de una adecuación de la denominación en castellano antiguo que llevaba en el pasado la vuelta que describe el Río Paraguay frente a la ciudad: Vuelta Fermosa.
En 1899, las misiones franciscanas llegarían a Formosa para evangelizar al indio respetando su lengua y sus costumbres, y dejando sus rastros para siempre en estas tierras argentinas.

FELIZ ANIVERSARIO MI QUERIDA FORMOSA !!!!

miércoles, abril 1

AGRADECIMIENTO A MIS AMIGOS DEL BLOG






QUERIDOS AMIGOS DEL BLOG !!!
CUANTAS COSAS HEMOS RECORRIDO , YO CON USTEDES Y USTEDES CONMIGO ... SOLO QUIERO AGRADECERLES POR SUS EMAIL QUE RECIBO DIARIAMENTE SIEMPRE TRATO DE HACERME UN TIEMPO PARA ESTAR JUNTOS A USTEDES, EMPEZO EL MES DE ABRIL QUE ES TAN ESPECIAL PARA MI Y PARA EL BLOG ,TANTO YO COMO MI BLOG www.sentirherra.blogspot.com ESTAMOS CUMPLIENDO AÑOS , TAMBIEN LA VERDAD QUE USTEDES LOS BLOGEER A CAMBIADO MI VIDA MI FORMA DE PENSAR TENGO TANTOS AMIGOS , QUE YA NO LOS PUEDO CONTAR PERO SIEMPRE TRATO DE QUE USTEDES DESDE DONDE ESTEN PUEDAN CONOCER MI PUEBLO MI PROVINCIA FORMOSA QUE TANTO AMO , QUIERO , Y TAMBIEN EL PUEBLO DONDE NACI HERRADURA QUE ES UN LUGAR UNICO NO SOLO POR LA TRANQUILIDAD DEL LUGAR SINO PORQUE LA NATURALEZA SE MANIFIESTA EN SU MAXIMA EXPRESION , Y TAMBIEN PORQUE ESTAN LAS PERSONAS QUE MAS QUIERO EN ESTA VIDA COMO MI FAMILIA Y AMIGOS.
ESPERO QUE PUEDAN SEGUIR CONOCIENDOLA MAS , LO QUE HAGO LO AMO CON MUCHA AMOR Y CARIÑO PORQUE AMO EL TURISMO LA NATURALEZA Y SER FORMOSEÑA ES TODO UN ORGULLO PARA MI . NO TENGO PALABRAS PARA AGRADECERLES POR TANTO CARIÑO Y AMOR . UN BSO GRANDE Y QUE DIOS LOS BENDIGA.

LES DEDICO A TODOS USTEDES CON AMOR Y CARIÑO

SANDRA DESDE FORMOSA...............


Hubo un momento

Hubo un momento en el que creías que la tristeza sería eterna; pero volviste a sorprenderte a ti mismo riendo sin parar.
Hubo un momento en el que dejaste de creer en el amor; y luego apareció esa persona y no pudiste dejar de amarla cada día más.
Hubo un momento en el que la amistad parecía no existir; y conociste a ese amigo que te hizo reír y llorar, en los mejores y en los peores momentos.
Hubo un momento en el que estabas seguro que la comunicación con alguien se había perdido; y fue luego cuando el cartero visitó el buzón de tu casa.
Hubo un momento en el que una pelea prometía ser eterna ; y sin dejarte ni siquiera entristecerte terminó en un abrazo.
Hubo un momento en que un examen parecía imposible de pasar ; y hoy es un examen más que aprobaste en tu carrera .
Hubo un momento en el que dudaste de encontrar un buen trabajo; y hoy puedes darte el lujo de ahorrar para el futuro.
Hubo un momento en el que sentiste que no podrías hacer algo; y hoy te sorprendes a ti mismo haciéndolo.
Hubo un momento en el que creíste que nadie podía comprenderte; y te quedaste boquiabierto mientras alguien parecía leer tu corazón.
Así como hubo momentos en que la vida cambió en un instante, nunca olvides que aún habrá momentos en que lo imposible se tornará un sueño hecho realidad.
Nunca dejes de soñar, porque soñar es el principio de un sueño hecho realidad.
Recuerda "todo lo que sucede, sucede por una razón

ES HERMOSO ESTO POR ESO LO QUISE COMPARTIR CON TODOS USTEDES MUCHAS GRACIAs POR PERMITIRME ENTRAR EN SU MUNDO Y QUE USTEDES A TRAVES DE ESTE MEDIO CONOSCAN EL MIO ...